La Caintra alertó sobre la desaceleración del sector manufacturero del país, que después de presentar mes con mes menores crecimientos, en su comparación anual finalmente registró un retroceso.
La situación es de considerarse, ante la relevancia del sector industrial en la economía nacional, y por ende en el bienestar social que este genera.
En base a la información del INEGI, la producción manufacturera del país mantuvo una desaceleración desde el cierre del 2022 y en agosto de este año, registró una caída del -0.72% respecto al 2023.
Este resultado es la primera caída presentada en comparación anual en casi 2 años. Este menor dinamismo se refleja en el acumulado anual, donde el avance del sector ha sido del 1.6%, cuando un año antes fue del 5.7%.
Ante este desempeño, otros indicadores también se han visto afectados. Tal como el comercio exterior, donde las exportaciones manufactureras cayeron -3.6% en el mes de septiembre, y las importaciones de insumos para manufacturar cayeron -6.0%. De igual manera, el número de empleados aportados por este sector ha sido menor, con 100 mil plazas menos que en el 2022.
Desafortunadamente los riesgos para la industria persisten, como las elevadas tasas de interés, una menor demanda del exterior ante la coyuntura económica internacional, así como una posible leve recesión en Estados Unidos.
No obstante, factores como el nearshoring podrían compensar y potenciar al sector.
Ante este escenario, hacemos un llamado a fortalecer al sector, con especial atención a las PyMEs manufactureras. Las cuales ya enfrentan diversos retos para su operación, como la necesidad de financiamiento y una mayor carga regulatoria.
Ahora más que nunca, debemos conjuntar esfuerzos y brindar el empuje necesario para que la industria nacional y las PyMEs industriales, no decaigan. Ante una debilidad inminente en el sector, hay que fortalecerlo para que continúe contribuyendo al desarrollo económico y bienestar social del país.