El relevo al frente de la Secretaría de Seguridad estatal dejó al descubierto la incapacidad de coordinarse con mandos militares y la Guardia Nacional.
Por Mario Alberto Palacios
La incapacidad de autoridades estatales para coordinarse con el Gobierno Federal y los municipios, propició que la delincuencia organizada sembrara el terror en la Zona Metropolitana de Monterrey en el 2022.
Ni con el refuerzo de mil 200 elementos de la Guardia Nacional, el cambio de mandos en la Cuarta y Séptima Zona Militar, ambas de la Secretaría de la Defensa Nacional; y dos secretarios de seguridad estatales, más cientos de nuevos policías municipales, la ola de violencia disminuyó.
El llamado operativo Monterrey Seguro, convocado por el alcalde Luis Donaldo Colosio Riojas en 2022, se convirtió al paso de los meses en un fracaso por la falta de voluntad política para implementar acciones conjuntas.
De las mil 320 muertes de crímenes dolosos, cometidos hasta el 11 de diciembre, la Fiscalía General de Justicia estatal estableció que 860 de ellos están vinculadas a la venta y trasiego de droga.
En el último trienio del gobierno de Jaime Rodríguez el número de homicidios dolosos se mantuvo constante: en el 2019 la cifra fue de 956, y al cierre del 2020 descendieron a 914. Para el 2021, se registraron mil 69.
Mientras el gobernador Samuel García asegura que el reforzamiento de Fuerza Civil, como policía de tercer nivel y combate a delitos de acto impacto, ha impedido que los grupos de narcotraficantes operen y causen enfrentamientos en el área metropolitana, las ejecuciones son el pan de cada día.
En promedio, se registran entre ocho a diez ataques a balazos con saldo mortal en casi todos los municipios, desde Monterrey a García, de Apodaca hasta Santa Catarina, Escobedo, Guadalupe o Santiago.
La inexistencia de una mesa estatal de coordinación, con la participación del gobierno y los alcaldes para establecer acciones en prevención del narcomenudeo, ahondó la crisis de violencia como no se había visto desde hace más de una década.
El relevo de Aldo Fasci por Gerardo Palacios Pámanes, al frente de la Secretaría de Seguridad estatal, dejó al descubierto la incapacidad de las autoridades para coordinarse con los mandos militares y la Guardia Nacional.
De continuar los conflictos, políticos y legales, entre el Poder Ejecutivo y más de la mitad de los alcaldes que pertenecen al PAN, PRI y Morena, el riesgo de que el crimen organizado siga generando más violencia será una realidad en 2023.
