El águila real habita áreas abiertas de regiones semiáridas
y montañosas de México. Le amenazan la cacería ilegal,
quema de pastizales y envenenamiento.
Por Guadalupe Meza
La majestuosidad del Águila Real, símbolo patrio, de libertad y orgullo de la cultura mexicana ha llevado a los expertos en su conservación a utilizar la tecnología para monitorear los altos vuelos de esta especie cuya existencia es parte importante de la biodiversidad.
“Es una de las aves de presa más espectaculares, cuya conservación beneficia una amplia biodiversidad, por lo que se le considera una especie sombrilla, muy carismática e imponente” señala Miguel Ángel Cruz Nieto, director de Conservación, Organización Vida Silvestre A.C. (OVIS).
Se conocen al menos 177 parejas reproductoras en México y aunque no está en peligro de extinción, es una especie en la categoría de amenazada.
OVIS y sus socios han capacitado y equipado promotores comunitarios, que se les conoce como “Guerreros Águila”. Ellos se encargan de hacer la prospección y búsqueda en campo de los nidos de águila real para instalar los trasmisores en las crías.
Se escalan los riscos para llegar a los nidos y capturar los juveniles de águila, con el mayor cuidado y precisión posible e inmediatamente colocar una caperuza para reducir el estrés del mismo.
La instalación de radiotransmisores es una sofisticada tecnología que nos permite conocer los patrones de movimiento y dispersión de las águilas juveniles, explica Miguel Ángel Cruz
Los trasmisores satelitales de 70 gr Argos/GPS PTT-100, se colocan en la espalda de los volantones de águila real, a manera de una mochila, justo antes de que abandonen los nidos y funcionan con baterías solar y se espera proporcionen información por al menos tres años. Durante la mayor parte del día, los trasmisores proporcionan ubicaciones cada hora con una precisión de ±20 m. A la fecha se han instalado 4 de ellos, los cuales siguen operando y proporcionando información diaria de los movimientos de las águilas.
Después de haber instalado el trasmisor, el individuo es nuevamente liberado en el nido y monitoreado a distancia segura con ayuda de telescopios y binoculares, explica el experto.
Para preservar esta especie, OVIS está apoyando a propietarios en la recuperación de pastizales y las presas del águila real. Acondicionando fuentes de agua (bebederos y pilas), con rampas de escape para evitar el ahogamiento de águilas y otra fauna silvestre. Monitoreo y vigilancia de nidos para evitar la caza ilegal, envenenamiento y saqueo de nidos.