21 noviembre, 2024
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Opinión

Económicamente Social

Por: Dr. Jorge O. Moreno

Reinstitucionalización en México

Nuestra sociedad mexicana presenta actualmente carencias fundamentales que, de no resolverse pronto y oportunamente, nos rezagarán aún más de una economía global galopante que no se detiene para esperar a nadie. En particular, desde un confinamiento que resultó incompleto e insuficiente, y una reapertura a las actividades económicas apresurada y que fue desastrosa en su falta de planeación, existe la necesidad de una nueva reinstitucionalización descentralizada en organismos fundamentales para garantizar el desarrollo económico del país en el largo plazo. Por esto me refiero a la reconstrucción de organismos públicos independientes de la agenda política del gobierno en turno, y enfocados en la atención a la población a través del diseño, implementación y evaluación de programas sociales destinados a remediar problemas estructurales profundos asociados a la pobreza y falta de oportunidades. Específicamente, México requiere urgentemente de organismos en sectores estratégicos y fundamentales para el fortalecimiento del capital humano de nuestra sociedad: la salud y la educación. La desinstitucionalización del estado mexicano, y la reorganización del poder en la toma de decisiones así como en el diseño de programas sociales en torno a un partido o una persona, representa un terrible retroceso en el desarrollo social de nuestro país. Particularmente, este retroceso se agudiza ante la falta de mecanismos de seguimiento y evaluación de impacto que garanticen la transparencia en el uso de los recursos así como la rendición de cuentas en la capacidad de alcanzar los objetivos de desarrollo planteados. En este caso, la fallida estrategia de salud pública reflejada la debilidad institucional del Insabi en sustitución al Seguro Popular, así como la alta deserción escolar de la mano a la errática e incompleta transición hacia una educación digital durante la pandemia, sin duda ocasionaron enormes carencias en la capacidad de desarrollo de los hogares en el país, particularmente pauperizando a los estratos más vulnerables. De no contar con políticas educativas y de salud pública correctivas y provistas adecuadamente, dada la naturaleza dinámica en los procesos de acumulación de capital humano, el rezago que actualmente existe se reflejará en menores oportunidades económicas y sociales, afectando principalmente y de manera inmediata a los estratos de menores niveles de ingreso. El enorme reto que México enfrenta requiere reconstruir las instituciones públicas descentralizadas necesarias para la implementación de una mejor política económica y social, enfocada en programas sociales con objetivos definidos y medibles, reaprendiendo y recordando lo que nos costó décadas entender: las buenas intenciones o las ideologías políticas no son criterios suficientes para diseñar e implementar políticas públicas efectivas.

Nos costó décadas entender que las buenas intenciones, o las ideologías políticas, no son criterios para implementar políticas públicas efectivas.

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