EL OTRORA ESTADO PUJANTE DE NUEVO LEÓN AHORA ES CONOCIDO A NIVEL INTERNACIONAL POR LA FOTOGRAFÍA DE DEBANHI ESCOBAR
Y SUS CASOS DE DESAPARECIDAS
Nuevo León vive un estallido de dolor y angustia detrás de cada mujer desaparecida, historias que se replican a través de redes sociales por todo el mundo.
El otrora estado símbolo de la pujanza empresarial, innovación y trabajo ahora es conocido en el mundo por la fotografía de Debanhi Escobar, que la muestra parada en la carretera, junto al cuestionable manejo de la Fiscalía en la resolución del caso.
Samuel García Sepúlveda, gobernador del estado, reportó el pasado 19 de abril que se han presentado 327 reportes de mujeres desaparecidas, de los cuales 33 siguen sin resolverse, mientras que en cinco casos se encontraron a las mujeres sin vida. La cifra se actualizó a 7, con los casos de Debanhi y Yolanda Martínez.
Para cuando se emite una alerta por desaparición la familia ya se quebró, y junto con la víctima viven la indefensión y una larga agonía en el tiempo de búsqueda; no hay sueño ni hambre, solo cansancio y la esperanza de recibir noticias del hallazgo.
¿En dónde están?. La familia de la víctima vive la indefensión y una larga agonía en el tiempo de búsqueda. Viven la espera de recibir noticias.
El tiempo transcurre lento y resulta imposible para su familia detener el sufrimiento que les provoca imaginar el peor escenario; dónde está, con quién, qué estará viviendo, la visualizan asustada, adolorida, llorando, ¡sufriendo y, por qué no, pidiendo a Dios que todo termine!
La noticia del hallazgo de un cuerpo supone un calvario de las pruebas, lo inevitable de ir a la morgue a reconocer lo que quedó de un gran amor y abandonar toda esperanza.
Como limón en la herida viven día a día comentarios, suposiciones, mentiras y hasta juicios por parte de toda la sociedad, aunado al avance a cuentagotas de la investigación
PARA EL 19 DE ABRIL SAMUEL GARCÍA INFORMÓ DE 327 REPORTES DE MUJERES DESAPARECIDAS, DE LOS CUALES 33 SIGUEN SIN RESOLVERSE, MIENTRAS QUE SIETE SE ENCONTRARON SIN VIDA.
Están las familias de las que siguen desaparecidas y alimentan su recuerdo mientras se olvidan de vivir sus días y noches.
TODOS PERDEMOS
De alguna forma como sociedad somos responsables de lo que se vive y, sobre todo, de las pérdidas.
Algunos medios de comunicación pierden la objetividad y la credibilidad.
La Fiscalía pierde el rumbo y se muestra rebasada e incompetente.
El gobierno pierde la paciencia y minimiza las desapariciones.
La sociedad pierde la fe en las instituciones.
Pero la familia de la víctima pierde la salud, el trabajo, la paz y la esperanza de volver a sonreír; pierde las ganas de vivir.
María Fernanda Contreras, Debanhi Escobar Bazaldúa y Yolanda Martínez Cadena, son los casos más recientes que desaparecieron y fueron encontradas sin vida.
Las víctimas son sepultadas con una verdad que nunca podrá ser contada, con un dolor que absorbe todas las lágrimas y una justicia nunca estrenada.
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