Por Paulo Cuéllar
Las proyecciones a la baja y la fragilidad de la inversión colocan al país en desventaja regional.
El cierre de 2025 evidencia un entorno económico global de cautela, donde México enfrenta un rezago más marcado frente a sus pares regionales. La combinación de bajo crecimiento, inversión debilitada y dependencia del entorno comercial con Estados Unidos coloca al país en una posición frágil ante los riesgos que se intensifican en el escenario internacional.
Ya en esta etapa de fin de año, se proyecta que el crecimiento mundial se desacelere levemente, pasando del 3.3% en 2024 a aproximadamente 3.2% en 2025, con algunas estimaciones que lo sitúan en 2.5%. Las economías avanzadas crecerán alrededor del 1.5%, mientras que las economías de mercados emergentes y en desarrollo lo harán a un ritmo superior al 4% en promedio, aunque con variaciones significativas entre regiones.
RIESGOS LIMITANTES
Aunque la inflación general ha mostrado signos de moderación, persisten preocupaciones sobre su volatilidad. Se espera que los bancos centrales, como la Reserva Federal de Estados Unidos (Fed) y el Banco de México (Banxico), continúen monitoreando la situación para ajustar las tasas de referencia según sea necesario. Las tensiones geopolíticas y los cambios en las políticas comerciales siguen siendo factores de riesgo que limitan las expectativas de crecimiento global.
En lo que corresponde a la economía mexicana, el país enfrenta un cierre de año desafiante, con proyecciones de crecimiento del PIB revisadas a la baja por múltiples organismos. El Banco de México recortó su previsión de crecimiento a 0.3% para el cierre de 2025. Otros organismos como el FMI, el Banco Mundial y la OCDE sitúan sus estimaciones entre 0.7% y 1.5%. Analistas privados incluso redujeron el pronóstico a 0.39%. México se encuentra rezagado en comparación con el promedio de crecimiento estimado para América Latina.
OJOS EN LA INFLACIÓN
La inversión total, tanto pública como privada, ha mostrado contracciones significativas, mientras que el consumo privado se ha desacelerado. La tasa anual de inflación se ubicó dentro del rango objetivo de Banxico en octubre de 2025, pero existe la preocupación de un posible repunte a principios de 2026. El sector manufacturero y la economía en general son vulnerables a la incertidumbre relacionada con las políticas arancelarias y el entorno comercial con Estados Unidos.
En resumen, 2025 cierra con un tono de cautela, donde la resiliencia observada a principios de año ha dado paso a un panorama de crecimiento moderado a nivel mundial y de desafíos específicos y más acentuados para México.
