21 noviembre, 2024
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Opinión

Estilos de política pública: ¿Hay uno que “funciones”?

Los dos grandes temas en semanas pasadas fueron sin duda

un contraste de visiones sobre el cómo hacer política pública; ambos temas tratan problemas económicos prioritarios en la agenda del desarrollo: el control de la inflación y el combate a la pobreza alimentaria.

ENFOQUE

WALDO FERNÁNDEZ GONZÁLEZ

¿Que renuncie Samuel?

Existe un deporte extremo en Nuevo León. No estoy hablando de un deporte físico, sino uno más riesgoso y sin duda, muy dañino. El deporte extremo se llama “destituir gobernadores” y lo impulsa el poder fáctico de Nuevo León.

Quienes lo conforman no son elegidos por la ciudadanía por métodos democráticos, ni tampoco se asumen como un poder que influye en otros.

Los poderosos, como los llamo, se han hecho expertos en impulsar, acompañar y asesorar a candidatos –y luego gobernadores– populares, con campañas innovadoras y brillantes.

Así, en Nuevo León es común que los gobernadores no terminen sus sexenios –como Sócrates Rizzo o Fernando Canales– o que a poco tiempo de sus mandatos se busque su remoción –como fue con Rodrigo Medina o Jaime Rodríguez Calderón–.

Es increíble que a siete meses del gobierno de Samuel García se hable ya de sacarlo del poder. Creo que cambiar de gobernadores cada siete meses no dará el resultado que esperamos.

Quienes crean que impulsando esta agenda le hacen un bien a Nuevo León están equivocados. Lo que debemos hacer es exigir resultados al Ejecutivo Estatal.

Para ello, debe reconfigurar su gabinete y su forma de gobernar. Me temo que si no lo hace, los poderosos harán valer toda su fuerza para destituirlo y pasar al siguiente proyecto, igual de malo para Nuevo León.

Por una parte, el gobierno federal anunció el “Paquete contra la Inflación y la Carestía,” llamado PACIC, como parte de su estrategia para combatir la inflación. Éste consiste en un conjunto de medidas que incluye, entre otras, una política de precios de garantía. Por otra parte, tenemos la estrategia estatal Hambre Cero, en donde se destaca la colaboración y participación de la sociedad civil organizada, el sector priva

do, la academia, y el gobierno de Nuevo León, todos trabajando con la finalidad de erradicar la pobreza alimentaria en el estado en los próximos 6 años.

Dos formas de gobernar ante los grandes temas de pobreza: por una parte ejerciendo control en los precios y medios de producción desde la Secretaría
de Hacienda en combinación con otras políticas enfocadas a centralizar decisiones; por otra, coordinando esfuerzos para aprovechar el desperdicio de
alimentos y hacer llegar alimentos sanos de manera efectiva y eficiente a los casi 460,000 nuevoleoneses que actualmente se encuentran en pobreza extrema, y no alcanzan con su ingreso a comprar, al menos la canasta básica de consumo propuesta por CONEVAL.

El combate a la inflación en México requiere claramente muchas más herramientas que la tradicional política monetaria, y la credibilidad intachable de autonomía por parte de Banco de México.

Por otra parte, el combate a la pobreza alimentaria requiere mucho más que brindar comida diaria a quienes no la tienen, pero un buen primer paso es abrir los ojos y reconocer que, no obstante lo desarrollado que es Nuevo León, este problema aún persiste, y la solución involucra a toda la sociedad.

¿Podría la coordinación con la sociedad a través del mercado ser una mejor alternativa a la centralización en el quehacer de política pública? Probablemente, si se tiene la voluntad para hacerlo.
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