Paulo Cuéllar
Ahora que la alianza entre el PRI y el PAN, conocida como PRIAN, ha logrado su cometido de conservar el control del Congreso y arrebatar la capital de Nuevo León a Movimiento Ciudadano (MC), surge una pregunta crucial: ¿seguirá esta alianza en pie para las próximas elecciones intermedias de 2027, o presenciaremos un divorcio entre ambas fuerzas políticas?
“Será una decisión crucial para el futuro de las dos fuerzas políticas”,
anticipa Jorge
Salvatierra, analista político, quien asegura que, ahora que ganaron alcaldías juntos, ambos partidos tendrán que enfrentar en lo individual la lucha por el poder dentro de sus respectivas militancias y sostener las negociaciones alcanzadas durante su periodo en la oposición.
“No es lo mismo el consenso para luchar contra el partido en el poder que los acuerdos siendo gobiernos”,
añade Salvatierra, pronosticando disputas violentas entre panistas y priistas por las principales posiciones en los diversos gobiernos.
Tan solo dos días después de que se anunciara el triunfo de Adrián de la Garza, candidato de la coalición Fuerza y Corazón por México, este se reunió con Javier Navarro Velasco, secretario general de Gobierno, para advertirle sobre una supuesta amenaza a notarios públicos con el objetivo de validar denuncias de Movimiento Ciudadano y anular las elecciones en Monterrey y San Nicolás.
“Adrián de la Garza debió comunicar a las dirigencias del PAN y PRD su intención de acercamiento con (el gobernador) Samuel García”,
comentó Óscar Treviño, militante del PAN.
En una entrevista telefónica, Treviño hizo hincapié en que quien ganó no fue el PRI, sino la coalición PRI-PAN-PRD.
UNIDAD O SEPARACIÓN
En este momento, la principal expectativa es saber si el PRI y el PAN decidirán continuar su alianza política o enfrentarán el reto de mantener la unidad de sus respectivas militancias.
“Tanto en el PAN como en el PRI, existen divisiones y corrientes opositoras precisamente a esta alianza entre dos partidos históricamente rivales. Si optan por separarse, el desafío para ambas instituciones políticas será legitimarse ante la sociedad y recuperar la confianza ciudadana”,
reflexiona Salvatierra, al apuntar que la separación, aunque pueda parecer simple, conlleva una complejidad considerable debido a la consolidación del PRIAN como una marca poderosa que les resultó favorable.
LA PÉRDIDA DE SAMUEL GARCÍA
En el recuento de los daños post-electorales, queda claro que el verdadero perdedor de la elección en la entidad no fue MC, sino el gobernador. Movimiento Ciudadano logró arrebatar municipios clave como Guadalupe, Juárez, Pesquería, Cadereyta y Santa Catarina, y tuvo un crecimiento significativo en San Nicolás.
A pesar de no ganar Monterrey, gobernarán casi un millón de habitantes. Además, Morena, silenciosamente, sigue ganando espacios en Nuevo León, conservando Escobedo, ganando García y gobernando siete municipios en alianza con el Partido Verde.
Finalmente, la sociedad civil demostró madurez política al emitir un voto cruzado, buscando un equilibrio de poderes que implica que la única vía para aprobar iniciativas o leyes será mediante el consenso.
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