El Comprobante Fiscal Digital (CFDI) le ha permitido al fisco tener un mayor control. Este documento se convirtió en la “reina de las pruebas”.
Por: Alejandra Mendoza
El Servicio de Administración Tributaria (SAT) se ha modernizado con tecnología, de tal forma que falta poco para que rastree hasta la sombra del contribuyente.
Para el fiscalista José Luis Elizondo, socio-director del Despacho Elizondo Cantú, el SAT ha logrado una etapa de desarrollo para poner punto final a la evasión fiscal.
“Cuentan que hace varios años los abuelos podían vivir cómodamente porque, aunque sus empresas perdían utilidad, los impuestos representan un flujo de efectivo para los negocios”, comenta el experto.
Sin embargo, eso ahora es historia.
“Prácticamente tiene un control absoluto (el SAT)”, dice.
Explicó que la “reina de las pruebas” es el Comprobante Fiscal Digital (CFDI), documento con el cual empezaron a controlar los ingresos, y de ahí a pasaron a fiscalizar los cobros para controlar el IVA. Luego incorporaron el CFDI para controlar la nómina; también se integró para el control de gastos, también lo agregó para el control de mercancías.
Con esto, el fisco pasa de las auditorías y fiscalización, a sólo señalar diferencias y pedir al contribuyente que las aclare.
“Ya no dice ‘encontré estas diferencias y las voy a fiscalizar’, ahora dice ‘acláramelas’. El fisco ya dejó de ser un fiscalizador para convertirse en una institución estratégica, donde tú (contribuyente) tienes la obligación de auto fiscalizarte o auditarte”, apuntó.
José Luis Elizondo comentó que el nuevo régimen de este año es de confianza y simplificación.
Indicó que aproximadamente existen un total de 80 millones de contribuyentes en todo el país, con una recaudación de alrededor de 3.3 billones de pesos anuales; de los cuales sólo 12 mil grandes contribuyentes aportan el 52% del total de recaudación.
Señaló que, aunque suene exagerado, visualiza que en un futuro el SAT podría exportar su tecnología a otras partes del mundo.
Otra de las áreas que también aprovechará el SAT es la aplicación de la discrepancia fiscal, la ley de la extinción de la propiedad y la responsabilidad solidaria.
El experto con más de 40 años de experiencia en materia fiscal, prevé que a futuro se prohibiría el flujo de efectivo.
“Las empresas ya establecidas, o nuevas, tienen que entender que los impuestos jamás serán un flujo de efectivo para las empresas. Ahora el emprendedor tiene que ser muy eficiente y capaz, y para eso el empresario tiene que capacitarse, él y su equipo de trabajo”, apuntó.
Concluyó que, con todos los cambios realizados por el SAT, esta institución dejó de ser un “lobo feroz” cazador de contribuyentes y se convirtió en un zorro inteligente estratégico y paciente.