El inventario existente sólo logrará cubrir la demanda del próximo año y medio. La falta de permisos ha bloqueado la salida al mercado de unos 120 proyectos
Por: Nohemí López
El boom de los últimos años de desarrollos verticales en la Zona Metropolitana de Monterrey está siendo frenado por la falta de inventario, pese a que la demanda de vivienda ha ido en aumento.
Cifras de la consultora 4S Real Estate señalan que, al cierre del 2022 el inventario era de 274 proyectos de vivienda vertical en el mercado, que representan siete mil 500 unidades.
La estimación es que durante este año se logren colocar, al menos, cinco mil unidades, con lo que sólo se lograría abastecer la demanda de un año y medio.
Ignacio Torres Zorrilla, CEO de 4S Real Estate, comentó que la oferta se ha visto mermada por regulaciones restrictivas municipales y estatales. Esta situación tiene detenidos entre 100 y 120 proyectos de vivienda verticales.
“¿Qué pasó en comparación de los otros dos años?, es que el inventario ha venido bajando porque el tema de permisos ha mermado la cantidad de inventarios”, dijo.
Sin embargo, la venta de vivienda vertical continúa creciendo, al pasar de dos mil 120 unidades colocadas en el 2019, a cuatro mil 900 al cierre del año pasado.
“El gran problema es que el año pasado casi no hubo proyectos nuevos. La cantidad de proyectos que se lanzaron en el 2022 fue de un 15 por ciento en comparación con el año anterior”, señaló Torres Zorrila.
El directivo explicó que las zonas reguladas como Desarrollo Orientado al Transporte (DOT), un modelo de ciudad compacta, compleja y cohesionada socialmente son el corredor de Las Mitras y el Centro. Ahí se concentran 55 proyectos verticales, que representan dos mil 800 unidades en inventario.
Dijo que en la zona Centro, entre el 75% y 80% de la oferta vertical que se tiene es del segmento residencial mientras que, en San Pedro, San Jerónimo y Valle Poniente, el 100% del inventario es residencial plus y premium.
Torres Zorrilla explicó que el precio promedio de la vivienda vertical en la zona metropolitana es de 5.5 millones de pesos, mientras que en zonas reguladas como DOT, el precio es menor a los 3.5 millones de pesos.
“Al director de Agua y Drenaje (Juan Ignacio Barragán) no le gusta la verticalización por un tema personal, sin ninguna justificación técnica, entonces, no están dando permisos, no va a haber vivienda y vamos a tener un problema, porque con la planta de Tesla la gente se va a querer venir a vivir a Nuevo León, porque va a haber trabajo muy bien pagado”, afirmó.
Por último, mencionó que, en el caso de las regulaciones municipales, estas son restrictivas en cuanto a la densidad pues estos obligan a los desarrolladores a construir determinado número de viviendas por hectárea, que al ser pocas unidades el precio se vuelve alto, se complica la venta y es incosteable.