Mario Alberto Palacios
Gobiernos y sociedad deben de erradicar la impunidad y revertir los factores que permiten el origen y desarrollo de bandas criminales, generando la violencia y el desplazamiento de las personas
Este es el planteamiento propuesto por los integrantes del panel “Enfrentando la Violencia y la Delincuencia: La Guerra Silenciosa”, en el que participó la premio Nobel de la Paz, Rigoberta Menchú, funcionarios públicos y activistas sociales.
El análisis de los panelistas sobre los graves problemas del crimen organizado y la inseguridad que azotan a la región se llevó a cabo en el segundo día de activistas del XIX Encuentro de Nobeles por la Paz, que tiene lugar en Monterrey.
Con diversas visiones y experiencias personales y profesionales, los integrantes de la mesa propusieron que tanto los gobiernos de diversos niveles, en alianza con la sociedad civil y el sector empresarial, plantearon soluciones como reformas políticas, aplicación de la ley, participación comunitaria, y cooperación internacional, apoyadas por innovaciones tecnológicas.
David Romero, experto financiero y seguridad, señaló que el crimen organizado florece porque es un negocio redondo, ya que donde crece hay ausencia de autoridad, creando así la Ley del más fuerte.
Esta problemática se fortalece al lograr corromper la política y el sistema judicial, cediendo espacios a las bandas criminales, añadió.
“La impunidad es el mayor factor para generar violencia hacia las personas, ya que la justicia no compensa a la víctima, ni el castigo es severo para el delincuente”.
Es por ello que se deben atacar las raíces del problema, proporcionando una mayor educación y oportunidades de trabajo bien remuneradas, lo que contribuye a evitar delincuencia y acabar con desigualdad que genera tensión social.
Rigoberta Menchú Tum, Premio Nobel de la Paz (1992), dijo que tras varios años de lucha social y activismo no ha habido avances importantes en la erradicación de la discriminación social, la violencia género y étnica, y la impunidad.
“Podemos cambiarlo si unimos esfuerzos y fortalecemos la educación; acabaremos con la Intolerancia e impunidad”, afirmó la guatemalteca.
Menchú señaló que pese a existir marcos jurídicos más rígidos para prevenir y castigar a los delincuentes, estos no funcionan y ceden espacios a la impunidad y la corrupción en todos los niveles del gobierno y la sociedad.
“¿En manos de quiénes están las leyes? Las leyes no son malas, sino quienes no las aplican de manera correcta”, cuestionó.
Hizo un exhorto a quienes acumulan riqueza para que, de alguna manera, la compartan y contribuyan a la paz en la sociedad.
“Si tienes dinero haz algo por la paz. Estoy cansada de los análisis y propuestas que no llegan a concretarse. Soy una persona de acción y la acción lleva a las soluciones”, declaró la Premio Nobel de la Paz.
Giovanni Lepri, Representante del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR) en México, detalló que más de 220 millones de personas han sido desplazadas en diversas regiones del mundo por la violencia, más de la mitad de ellas huyen de las bandas criminales.
En la región centroamericana y México, el desplazamiento de personas por la violencia derivada por el crimen organizado se ha vuelto un negocio muy lucrativo, con un tráfico de personas que en la última década aumento al doble, generando más de 13 mil millones de dólares.
Lepri hizo un llamado a la sociedad en general a visibilizar a los desplazados y ser tolerantes con ellos “Son personas amenazadas y no amenazas”.