Leonor Gutiérrez
Durante las fiestas decembrinas, el tráfico suele intensificarse hasta el triple, avanzas un metro, frenas tres, y la paciencia se agota rápidamente. Esta situación no solo es frustrante, sino que afecta negativamente la salud física y mental.
El Dr. Adrián Ortiz Dávila, médico psiquiatra, señala que las largas horas en embotellamientos generan irritabilidad, estrés, frustración y comportamientos agresivos, pues trayectos que normalmente tomarían 20 minutos, se convierten en recorridos de hasta dos horas.
“La gente llega a casa molesta, pelea con sus seres queridos, y esto genera una cadena de conflictos que impacta en la convivencia familiar”, explica.
Además, el estrés al volante incrementa la agresividad, llevando a discusiones, peleas y maniobras peligrosas como manejar en sentido contrario o rebasar de manera temeraria, aumentando así el riesgo de accidentes.
“Nuevo León es el segundo estado con más accidentes de tráfico, y el comportamiento agresivo de los conductores es una de las causas importantes”, añade el psiquiatra.
Efectos físicos
En cuanto a la salud física, dice que la inmovilidad prolongada y las posturas incómodas provocan dolores de espalda, dolor de columna, sobrepeso, obesidad, entre otras enfermedades.
“El adulto mayor puede desarrollar problemas prostáticos debido a que pasa mucho tiempo sentado y retiene la necesidad de ir al baño, lo que agrava estas condiciones. En el caso de las mujeres, esta situación puede aumentar el riesgo de infecciones urinarias”, agrega.
Para mitigar estos efectos, el Dr. Ortiz sugiere escuchar música o podcasts relajantes y practicar técnicas de respiración para aliviar estrés y la ansiedad durante las esperas prolongadas.
Soluciones urgentes
- El caos vial refleja una necesidad urgente de mejorar la infraestructura urbana.
- La implementación de sistemas eficientes reduciría el estrés hasta en un 80 por ciento.
- Estar horas en un embotellamiento causa insomnio e incluso depresión en conductores frecuentes.
