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El Delfín

Los empresarios no son un costal de arena

Pelearse con los empresarios es como darse un balazo en el pie.

Samuel García no debe utilizar la trayectoria de las empresas regiomontanas como carne de cañón para decir que acaparan, o señalar, que se roban el agua.

El esposo de Mariana no debe de ir de cacería donde no hay presa que atrapar, y menos de utilizar al empresariado como saco de protección ante sus enemigos.

La empresa no es ningún parapeto, es un ente económico que produce riqueza en pro de mejorar la calidad de vida y el bienestar de los regiomontanos.

Los empresarios no son comodín del gobernador. Si están cerca es para colaborar y contribuir en un mejor gobierno y una mejor sociedad.

Aún y cuando las industrias cerveceras y refresqueras consumen sólo el 9.8% del agua del Área Metropolitana de Monterrey, firmaron un convenio con la Comisión Nacional del Agua para inyectar a la red 200 litros por segundo de agua adicional, los cuales podrán llegar hasta 500.

Tampoco estamos afirmando que los empresarios no tienen pecados, pero pretender que carguen solos la caja del muertito, tampoco.

La ciudadanía debe reflexionar y no dejarse engañar, si alguien va estar con la sociedad regiomontana son precisamente los empresarios. Los gobernantes sólo están de paso.

Es absurdo pensar que los empresarios van a descuidar su misión por enlodarse de la bajeza política del poder.

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