Nohemí López
La pandemia trajo consigo retos importantes para el sector salud, que de manera inmediata tuvieron que reaccionar para restablecer la calidad de vida de quienes fueron contagiados.
El covid-19 atacó de manera especial a los adultos mayores, principalmente a aquellos con comorbilidades o enfermedades asociadas como la diabetes, hipertensión y obesidad.
La médico Mayela González recomendó que la salud de toda persona, a partir de los 60 años, esté a cargo de un geriatra debido al manejo integral que el especialista puede darle.
“Los geriatras nos enfocamos en tratar al paciente de manera integral, desde lo psicológico, afectivo, si es funcional, o sea qué puede o no realizar en su casa, actividades básicas desde comer, vestirse o bañarse, si tiene trastornos del sueño, depresión, ansiedad, todo eso lo valoramos”, detalló.
La atención geriátrica no es exclusiva para los mayores de 60 años, sino también para todos aquellos que comienzan con síntomas como el deterioro cognitivo, el olvido de cosas, caídas, incontinencia urinaria, fragilidad, por mencionar algunos.
Algunas de las recomendaciones para impedir el deterioro cognitivo de forma temprana es aprender algo nuevo como un idioma o tocar un instrumento; esto estimulará a que el cerebro esté en constante aprendizaje y, si llegara a haber algún daño, pueda remediarse con las neuronas que están sanas.
El acompañamiento de la familia de los adultos mayores es uno de los factores que no son tomado mucho en cuenta, ya que muchas veces se confunde con el simple hecho de hacer presencia.
La pandemia, y el confinamiento, provocaron en este grupo de población, además de un descontrol de las enfermedades, que se acelerara el deterioro cognitivo y se presentarán altos grados de depresión.
Pese a esto, comentó la geriatra Mayela González, el Covid despertó en los adultos jóvenes, de entre 30 y 50 años, la necesidad de cambiar a hábitos más saludables y confió en que estos permean en los grupos de menor edad.
Lamentablemente la cultura del mexicano es ser reactivo en vez de preventivo, pero la diferencia de optar o no por el cuidado de un especialista está en la calidad de vida que se quiere tener para la vejez
