En enero, el Indicador de la Actividad Económica (IGAE), el cual refleja el crecimiento del PIB, aumentó 0.6%, el mayor avance desde septiembre del 2022. Además, de acuerdo con especialistas, es superior al crecimiento que se esperaba de solo 0.43 por ciento.
Información del Inegi, detalle que el desempeño del IGAE, estuvo impulsado por las actividades terciarias (comercio, servicios, comunicaciones y transporte), que crecieron 1.2%, mientras que las primarias (agricultura) cayeron 5.7% y las secundarias (Industria manufacturera, construcción) no presentaron cambios.
Sin embargo, en su comparación anual, la actividad económica (IGAE) creció 3.6%; las actividades terciarias 4.5%, las secundarias 2.5% y las primarias 0.9 por ciento.
De acuerdo con analistas de Banorte, estos resultados sientan las bases para considerar que en este primer trimestre el PIB tuvo un buen desempeño, lo cual es positivo sobre todo frente a los riesgos derivados de los temores en el sector bancario de Estados Unidos y Europa.
“Creemos que la economía mexicana tiene: (1) Fundamentales domésticos resilientes, esperando que sean un soporte clave para el consumo; (2) ayuda de la continuación del gasto gubernamental, a través de las transferencias sociales y las obras de infraestructura; (3) y el impulso de esfuerzos adicionales de nearshoring, esperando que parte de la derrama en el corto plazo comience a verse tan pronto como hacia finales del año, a pesar de que el impulso estructural probablemente será más visible en el mediano plazo”, destacaron.
